Y sabiendo Jesús los pensamientos de ellos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo, es asolado; y toda ciudad o casa dividida contra sí misma no permanecerá Mateo 12:25
Las mujeres trabajadoras
El deber principal de la mujer es administrar el hogar. Esto incluye limpiar, cocinar, amueblar, decorar, etc. Cuando la mujer ya no está enfocada en su casa sino en una ocupación externa, ya no puede estar presente.
Esto obliga a que el hogar no esté administrado o que el esposo tome el relevo. Con el esposo recogiendo el trabajo descuidado de la esposa, su propio trabajo y responsabilidades entonces sufren.
Esto no significa que la esposa no pueda generar ingresos, sino que sus esfuerzos por generar ingresos no deben alejarla del hogar.This does not mean that the wife can’t make an income, but that her efforts to produce income must not pull her away from the home.
Entonces, si mamá no está en casa, ¿quién cría a los niños?
Niños criados por el estado
Cuando nadie está en casa para cuidar a los niños, terminan en el sistema de escuelas públicas para recibir enseñanzas del estado y sus normas. Pero se nos dice que nosotros, los padres, debemos enseñar a nuestros hijos. Ni una niñera ni el estado.
Cuando la escuela pública tiene un niño durante ocho horas todos los días, pueden imponer sus valores al niño. Esto tiene un tremendo impacto en su desarrollo, sin importar si sus padres los llevan a la iglesia todos los domingos. Una, dos o tres horas de iglesia nunca compensarán el tiempo masivo que pasarán en el adoctrinamiento del estado.
Pero si su mamá no está en casa para enseñarles y los padres no pueden pagar una escuela privada, ¿qué otra opción hay? La separación de la madre de su papel en el hogar saca a los niños del hogar y la familia se separa aún más.
Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo, no se apartará de él. Proverbios 22:6
Maridos que no aceptan su papel
Hermanos, las dos causas anteriores de una familia separada no sucederían si el esposo cumpliera plenamente su papel como líder y pastor del hogar. Cuando los hombres son débiles, sus esposas toman la iniciativa, abandonan el hogar para obtener mejores ingresos y obligan a los niños a quedar en manos del estado.
No debemos retractarnos del llamado que Dios nos ha puesto de amar a nuestras esposas como Cristo ama a la Iglesia. Esto incluye proveer tanto para nuestra esposa como para nuestros hijos, pero también tomar una posición firme sobre la palabra de Dios.
Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado. Mas en la ley de Jehová está su delicia; y en su ley medita de día y de noche. Salmo 1:1-2