Para que un alma vuelva a un estado de inocencia y de pureza. Oh que luchas debe dar el Espíritu para aun mover el malvado corazón del hombre a ver su necesidad de la gracia. Que lucha debe sostener aquel hombre para exponerse a la luz y no perderla.
«Oh, que mi alma vuelva hacer como aquella vez. Que pueda encenderse de nuevo de aquella flama divina que le hacia ver todo dulce y amable aun en adversidades tan terrenas. Que mi alma retome nuevamente aquellas fallidas resoluciones sin un adversaron interna. Que mi alma no sea presuntuosa, ni orgullosa. Que pueda ver la dulzura de su sonrisa reflejada en deseos piadosos. Que lucha tan ardiente debe sostener mi alma para cortar mis ojos de la vanidad del mundo y mis manos de la codicia de riquezas. Que pueda ver nuevamente, porque es primavera y no puedo verla.
Que miedo nombrar su Santo Nombre, que me vea, sucia y traicionera. Que miedo su presencia tan justa, potente y solemne. Pero en su sacra gracia por medio de su sacra sangre de su Hijo hallare gracia para el pronto auxilio, de manera tan gratuita. Que esfuerzos oh alma toma y no seas perezosa.»